San Cosme y San Damián, patronos de médicos
Hoy como cada 26 de septiembre la Iglesia celebra a los mártires San Cosme y San Damián pertenecientes al siglo III. Fueron hermanos gemelos dedicados a la medicina que murieron martirizados durante la persecución de Diocleciano, junto con San Lucas, fueron apresados y luego condenados a muerte.
Cuenta la tradición que fueron varios los intentos frustrados por quitarles la vida. Se dice que primero se les intentó ahogar arrojándolos al mar atados a pesadas rocas; luego se les quiso matar a flechazos y finalmente, se les mandó a la hoguera. Ninguno de estos planes resultó. Finalmente, terminaron siendo decapitados, posiblemente a inicios del siglo IV.
Para Cosme y Damián, anunciar a Cristo era algo que comprometía la palabra y la acción, la oración y el servicio a los demás, siempre con el ánimo de curar los cuerpos y las almas, ambos han sido considerados habitualmente como patronos de los médicos.
A estos grandes Santos se les atribuyen grandes milagros y curaciones extraordinarias de enfermedades o exitosas cirugías realizados en vida. Según se cuenta que luego de muertos, Cosme y Damián se aparecían en sueños a a los enfermos que imploraban su intercesión, obteniendo el alivio en el dolor o la curación requerida.
Hoy de manera muy especial se implora la intercesión y pretección de estos santos por todos los médicos que ejercen esta noble labor comprometidos en la acción salvar vidas a través de la medicina y de la verdad.